21 días, una gran inspiración.

Faltan menos 21 días para una de las noches más importantes de mi vida; y decidí, a modo de celebración, empezar el ayuno. Tras ver en youtube todos los capítulos de dicho documental, quedé lo suficientemente estimulada como para volver. Hace tres días que no como casi nada. Tengo todo lo que quería postear en un cuaderno que tengo a mano, el problema es que mamá anda merodeando y no quiero que lo vea (recuerdo cómo me gritó que era una bulímica de mierda tras leer algunas cosas que escribí).
Eh, ahora sí que se puede decir que volví. Es para ponerse feliz, aunque no me gusta cantar victoria antes de tiempo (es decir, antes de que se vean los resultados).
La última vez que me pesé (en una balanza en cuya credibilidad desconfío, por lo vieja y destartalada): 55kg.
Un asco de gorda.
Me deprimí.

La vieja analogía cuerpo- auto

Todo el que te ve no comer, todo el que se da cuenta, porque la gente no es estúpida, no. Todos. Desde el hermano hasta el amigo, desde la madre hasta el doctor, desde el que te conoce de toda la vida hasta el que te conoce desde hace cinco minutos.
El que te ve demacrada te dice dos cosas, principalmente:
"Tenés que comer"
y la vieja y famosa analogía cuerpo- auto
"Tu cuerpo es como un auto. Los autos, ¿con qué funcionan? Con nafta. Bueno, vos necesitás comida para vivir. Sin nafta no se puede seguir."

¿Te pensás que no?
Yo sí puedo seguir sin combustible, es más, no lo necesito, estoy tan encendida que me prendo fuego sola.
No necesito la comida, para nada.
Y mi cuerpo no es un auto, soy una persona que elige libremente no comer, y tengo sentimientos -aunque sean oscuros y horribles-.